(en seguimiento a acuerdos de la Asamblea Nacional del Claustro UPR)*
El 5 de mayo de 2017 en Cayey, se reunieron en asamblea alrededor de 511 docentes del sistema de la Universidad de Puerto Rico, profundamente comprometidas con analizar e incidir en la situación que enfrenta hoy la universidad. Uno de los temas de consenso –reflejado en dos Resoluciones sobre el tema aprobadas mayoritariamente– es la necesidad de tomar acción inmediata en torno a la precarización del trabajo académico y la desigualdad laboral que viven los y las profesoras sin plaza.
Por décadas, en la UPR se ha practicado la contratación a tiempo parcial y por compensación adicional (a razón de unos 2 mil dólares por curso por semestre para profesoras con doctorado) de especialistas con carreras independientes o docentes con plazas permanentes. Sin embargo, en años recientes, y especialmente a partir de las “Medidas Cautelares” de 2009, la UPR ha experimentado un alza vertiginosa en contrataciones temporeras (a tiempo parcial y completo) y en congelación de plazas permanentes. La tendencia creciente a nivel sistémico es atender las necesidades medulares de los departamentos por medio de la contratación de docentes altamente cualificados sin la más mínima seguridad laboral y bajo condiciones de trabajo desiguales.
Los y las profesoras sin plaza trabajan sin derecho a seguro médico, retiro o vacaciones pagas, y sin el apoyo institucional necesario para desarrollar sus carreras académicas. Algunos son privados del derecho al voto en la toma de decisiones. Aquellas contratadas a tiempo parcial devengan ingresos que están por debajo del nivel de pobreza.
Las y los docentes sin plaza son actualmente el sector de mayor crecimiento dentro de la población docente del Sistema de la Universidad de Puerto Rico, sobrepasando el 44% en el Recinto de Río Piedras y el 60% en el Recinto de Carolina. En solo tres años (2013-14 a 2015-16), el número de docentes sin plaza por cada estudiante regular equivalente subió un 131% en el RUM, mientras que, en Río Piedras, subió un 22.7% durante los últimos diez años. Asimismo, durante los últimos diez años, el por ciento de docentes con plaza se redujo un 8% en el RUM y un 4.8% en Río Piedras. Esta situación también supone un sangrado constante y creciente al Sistema de Retiro de la UPR, asunto que afecta a todas y todos los empleados del sistema.
Por otro lado, la tendencia señalada contraviene el marco legal de la UPR y erosiona la legitimidad ética, social y política de la institución. La creciente contratación de docentes sin plaza:
(1) infringe la Ley y la reglamentación vigente en torno a los tipos de nombramiento en la UPR;
(2) socava la libertad de cátedra;
(3) atenta contra la UPR como una comunidad de intelectuales comprometida con el desarrollo y el futuro de la institución y del país en un contexto laboral justo;
(4) dificulta la formación integral de los y las estudiantes;
(5) constituye un caso dramático de injusticia laboral;
(6) desincentiva la capacidad económica de un amplio sector profesional, joven y altamente cualificado;
(7) quebranta la propia misión de la UPR, así como su perfil democratizador y su rol esencial en el desarrollo de un país mejor y más justo; e
(8) institucionaliza el modelo neoliberal de
educación superior.
Así pues, atender los reclamos de los y las docentes sin plaza es vital en la construcción de una universidad pública vibrante, sostenible y dedicada al bien común de quienes habitamos este País.
Un llamado a nuestros y nuestras colegas en puestos administrativos
En nuestra defensa de la UPR como el proyecto público de educación superior más importante de la sociedad puertorriqueña, entendemos como medida imprescindible y prioritaria que la institución cese la simultánea práctica de congelación de plazas regulares y contrataciones a tiempo completo y parcial. La sostenibilidad de la UPR, y su rol imprescindible para el país, requiere que se abran convocatorias para plazas permanentes, según la necesidad demostrada de cada dependencia.
Otras medidas urgentes que se deben implementar a corto y mediano plazo son las siguientes:
1. En caso de ser necesario extender el semestre, otorgar contratos nuevos por la duración calendarizada de las horas contacto restantes, para que estas sean remuneradas según la razón originalmente pactada.
2. Establecer fechas de vigencia en los contratos que provean el tiempo necesario para la preparación de los cursos.
3. Reconocer el principio de “igual paga por igual trabajo”, otorgando a los y las docentes a tiempo parcial una remuneración proporcionalmente equivalente a la escala salarial que se utiliza para las y los docentes a tiempo completo.
4. Garantizar que los y las docentes sin plaza sean contratadas por la duración del año académico.
5. Conceder a las y los docentes sin plaza las mismas condiciones laborales y beneficios marginales equivalentes a docentes con plaza.
6. Establecer como política institucional la no sobrecarga de docentes con plaza abriendo secciones adicionales para mantener un límite idóneo de estudiantes por sección y asignando a los y las docentes sin plaza los cursos adicionales disponibles para completar su carga académica (12 créditos).
7. Dar prioridad a los y las docentes sin plaza para cubrir las sesiones de verano.
8. Proveer las condiciones de trabajo necesarias para que los y las docentes sin plaza puedan desarrollar sus carreras académicas a cabalidad (por ej., tiempo pagado para realizar trabajos de investigación y/o creación, elegibilidad para participar en competencias para fondos institucionales, entre otros).
9. Honrar la política institucional del principio de mérito reconociendo la experiencia académica acumulada de lxs docentes sin plaza para la otorgación de los rangos académicos correspondientes.
10. Establecer como política institucional la creación de plazas docentes de nombramiento probatorio para las y los docentes que laboren por contrato a tarea completa durante 5 años, y que se les otorguen contratos a tarea completa a aquellos y aquellas docentes que laboren por contrato a tarea parcial durante 3 años.
11. Reconocer el derecho a voz y voto de los y las docentes sin plaza en contextos deliberativos que redunden en decisiones académicas y administrativas que atañen a la docencia (tales como reuniones departamentales, de facultad y del claustro).
12. En el caso de no renovación de contrato, el/la docente sin plaza debe ser informada por escrito de las razones por las que no se le renueva el contrato.
13. Establecer como política institucional garantizar remedios administrativos imparciales, rápidos y justos para tramitar querellas y apelaciones de lxs docentes sin plaza.
14. Establecer una Carta de Derechos de los y las Docentes Sin Plaza del Sistema Superior Público de Puerto Rico que se incluya en toda contratación.
Un llamado a nuestras y nuestros colegas con plazas regulares
Solicitamos que encaminen con acciones concretas la solidaridad con los sectores más vulnerables que debe caracterizar un gremio como el nuestro, abocado a la educación y, por ello, a la democracia y a la justicia. Ante las condiciones de trabajo precarias e indignas para sus colegas sin plaza antes descritas, solicitamos que, por ejemplo:
1. No acepten cursos por compensación que pueden ofrecer sus colegas sin plaza para completar un contrato a tiempo completo.
2. Cedan sus puestos prioritarios –por antigüedad o por “uso y costumbre”– cuando se asignan los cursos de las sesiones de verano.
3. Pongan en práctica modos de proteger a sus colegas sin plaza de situaciones o posiciones que puedan acrecentar su vulnerabilidad ante la institución.
4. Accionen en la cotidianidad universitaria tomando en cuenta prioritariamente que buena parte –y, en algunos casos, la mayoría– de sus colegas no tienen las mismas condiciones de trabajo, beneficios marginales y seguridad laboral.
*Esta carta ha sido redactada colaborativamente con material producido por el Comité de Acción de Docentes Sin Plaza (CADSP, UPR-Río Piedras), la mesa de trabajo Lxs sin plaza del colectivo Profesorxs Transformándonos en Solidaridad Tornada en Acción (PROTESTAmos, UPR-Mayagüez) y lxs Profesorxs Autoconvocadxs en Resistencia Solidaria (PAReS, UPR Río Piedras). Además de dichos colectivos, suscriben esta carta los siguientes: DeMoS (UPR-Cayey), APRUM (Asociación de Profesores del Recinto Universitario de Mayagüez) y APPU (Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios).
Absolutamente necesario respaldar toda gestión para hacerle justicia a los profesores con contrato. Su gestión es imprescindible para la Universidad y la seguridad de empleo y beneficios marginales son imprescindibles para que puedan seguir laborando dignamente.
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