viernes, 28 de abril de 2017

Consecuencias de la LEY 938


Universidad cerrada

Catherine Marsh Kennerley, Ph.D.

Una admirada colega, en respuesta a la crítica por el cierre de los portones del Recinto de Río Piedras que inició la huelga y en defensa del estudiantado, escribió hace unos días que como profesora por contrato la universidad ya hace tiempo estaba cerrada para ella.  Que nadie se llame a error, no es el estudiantado quien cierra la universidad, los que la clausuran son aquellos que recortan su presupuesto y los que condonan a quienes le deben a la universidad. 

Como catedrática con quince años de servicio hace tiempo que presencio el paulatino cierre de la Universidad: en los brillantes colegas con doctorado que trabajan por sueldos indignos, en las despedidas de los talentosos profesores que han tenido que hacer las maletas, empacar sus libros y marcharse del país.  Veo el cierre en la falta de secciones o en el sobrecupo, en las puertas tapiadas por contaminación de asbesto del edificio en el que laboro, la Facultad de Estudios Generales, el umbral del estudiantado de nuevo ingreso; en las ventanas selladas de la sala de la facultad, otrora espacio vital de reunión y de intercambio; en la dudosa estructura que alberga el Programa de Estudios de la Mujer y Género, pequeña edificación aledaña a otra similar que hubo que demoler hace algunos años porque se derrumbó; y porque al Departamento de Español de mi facultad solo se puede llegar por escaleras así que no cualquier estudiante o docente podrá visitarlo.
“Cerrar para abrir” escriben los estudiantes en trozos de cartulina... Quien piense que la universidad la cierran ellos, no mira hacia arriba, no se detiene a reflexionar acerca de  quiénes deciden los presupuestos, se alía con los poderosos, que  con suprema avaricia y desdén, y francamente odio a la juventud, cierran la universidad y el país a esta generación. Es una película terror, los monstruos son la Junta de Control de Fiscal y este gobierno sumiso y cómplice que desean que caminemos por un país en ruinas, y como en la peor de las distopías, que un día recorramos los desolados edificios de la universidad tratando de recordar que allí alguna vez se habló de literatura, historia, de arte, de ciencias y números. 


Publicado en El Nuevo Día, 28 de abril de 2017.

miércoles, 26 de abril de 2017

Los ojos puestos en la Junta de Gobierno UPR


Carta Abierta de PAReS sobre el Plan Fiscal

Carta abierta a la Presidenta de la Universidad de Puerto Rico, al Presidente de la Junta de Gobierno y a todos los funcionarios administrativos del sistema UPR

El grupo de Profesorxs Autoconvocadoxs en Resistencia Solidaria (PAReS) rechaza el plan fiscal y los recortes al presupuesto de la Universidad de Puerto Rico propuestos por el Gobierno de Puerto Rico y la Junta de Control Fiscal. Con ello nos solidarizamos con el pliego de peticiones aprobadas en asambleas estudiantiles y nos aunamos al consenso logrado entre diversos sectores de la comunidad universitaria de Puerto Rico, incluyendo a  los Rectores del sistema UPR y el claustro del Recinto Universitario de Mayagüez.

La Universidad de Puerto Rico ha sido por más de cien años fundamental para el desarrollo educativo, económico, cultural y científico del país,  con una cantidad incalculable de aportaciones que incluyen, pero no se limitan, a programas y servicios con impacto directo e indirecto en las economías regionales y en los recaudos y las finanzas del País. Por lo tanto, nuestra Universidad debe ser un actor indispensable en la reestructuración del País. Debemos, juntos y como comunidad universitaria, reafirmar que la UPR y todos los sectores que la componemos estamos dispuestos a insertarnos en cualquier plan de desarrollo económico para el Puerto Rico.

Consideramos que entrar en cualquier debate o negociación sobre reducciones al presupuesto de la Universidad es aceptar la falsa premisa de que las medidas de austeridad son necesarias y beneficiosas al país. En todos los casos conocidos esta política económica ha provocado el aumento de la deuda y ha intensificado la crisis fiscal con desastrosos resultados  en el orden social. Por otro lado, la Junta de Control Fiscal pretende imponer  medidas de austeridad en nombre de un grupo de acreedores y de una deuda que a todas luces es ilegítima e incluso odiosa, además de que ha sido emitida a tipos de interés inconcebibles (hasta 800%) a un país sin capacidad de reembolso y bajo condiciones que harían casi imposible pagar en el futuro. La doctrina de la deuda odiosa establece que "toda deuda no utilizada en beneficio del pueblo que la contrajo es odiosa y puede ser desconocida" (http://www.auditoriadeuda.org.ec).

La verdadera causa de la crisis que nos aqueja no es solo un asunto económico, sino un problema fundamentalmente político, que surge de la falta de participación de los sectores más afectados en la toma de decisiones. Nos oponemos alos estilos de gobernanza jerárquica, a espaldas de la población y de la comunidad universitaria, que además son responsables de la situación actual.

La Universidad de Puerto Rico es clave en la formulación y ejecución de un plan de desarrollo económico sostenible para Puerto Rico. Frente al requerimiento de la Junta de Control Fiscal, es preciso abogar juntos por el presupuesto público necesario para garantizar que la Universidad pueda cumplir esa insustituible función, en el corto y el largo plazo.Las propuestas que han circulado para allegar ingresos adicionales a la Universidad no reconocen las enormes deudas por servicios ofrecidos por la institución a agencias de gobierno y la empresa privada local, y el bajo por ciento de captación de dichos contratos. Tampoco reconocen el contexto más amplio de los recortes masivos al presupuesto de las agencias del gobierno de los Estados Unidos que subvencionan la gestión académica y cultural. 

A tales efectos, proponemos que lo que se presente ante la Junta de Supervisión Fiscal para el año académico 2017-2018 sea el presupuesto vigente de la UPR. De esta forma, la Universidad podrá continuar sus operaciones, afinando sus planes de trabajo a tono con las circunstancias actuales, y realizando las redistribuciones que para ello sea menester, dentro de su actual presupuesto. Sólo así estará en condiciones de continuar contribuyendo al desarrollo de Puerto Rico.

Entendemos imperioso e inaplazable encarrilar los procesos para evitar la destrucción del proyecto de universidad pública. Requerimos de la Presidenta y la Junta de Gobierno que el 30 de abril entreguen el presupuesto universitario vigente, en vez del plan fiscal, y se unan a la comunidad universitaria para asumir el rol protagónico que nos corresponde en la búsqueda de soluciones a la crisis que enfrentamos como País.

Profesorxs Autoconvocadoxs en Resistencia Solidaria (PAReS)
26 de abril de 2017

San Juan, Puerto Rico.

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