sábado, 29 de abril de 2017
viernes, 28 de abril de 2017
Universidad cerrada
Catherine Marsh Kennerley, Ph.D.
Una admirada colega, en
respuesta a la crítica por el cierre de los portones del Recinto de Río Piedras
que inició la huelga y en defensa del estudiantado, escribió hace unos días que
como profesora por contrato la universidad ya hace tiempo estaba cerrada para
ella. Que nadie se llame a error, no es
el estudiantado quien cierra la universidad, los que la clausuran son aquellos
que recortan su presupuesto y los que condonan a quienes le deben a la
universidad.
Como catedrática con quince años
de servicio hace tiempo que presencio el paulatino cierre de la Universidad: en
los brillantes colegas con doctorado que trabajan por sueldos indignos, en las
despedidas de los talentosos profesores que han tenido que hacer las maletas,
empacar sus libros y marcharse del país.
Veo el cierre en la falta de secciones o en el sobrecupo, en las puertas
tapiadas por contaminación de asbesto del edificio en el que laboro, la
Facultad de Estudios Generales, el umbral del estudiantado de nuevo ingreso; en
las ventanas selladas de la sala de la facultad, otrora espacio vital de
reunión y de intercambio; en la dudosa estructura que alberga el Programa de
Estudios de la Mujer y Género, pequeña edificación aledaña a otra similar que
hubo que demoler hace algunos años porque se derrumbó; y porque al Departamento
de Español de mi facultad solo se puede llegar por escaleras así que no
cualquier estudiante o docente podrá visitarlo.
“Cerrar para abrir” escriben los
estudiantes en trozos de cartulina... Quien piense que la universidad la
cierran ellos, no mira hacia arriba, no se detiene a reflexionar acerca de quiénes deciden los presupuestos, se alía con
los poderosos, que con suprema avaricia
y desdén, y francamente odio a la juventud, cierran la universidad y el país a
esta generación. Es una película terror, los monstruos son la Junta de Control
de Fiscal y este gobierno sumiso y cómplice que desean que caminemos por un
país en ruinas, y como en la peor de las distopías, que un día recorramos los desolados
edificios de la universidad tratando de recordar que allí alguna vez se habló
de literatura, historia, de arte, de ciencias y números.
miércoles, 26 de abril de 2017
Carta Abierta de PAReS sobre el Plan Fiscal
Carta abierta a la
Presidenta de la Universidad de Puerto Rico, al Presidente de la Junta de
Gobierno y a todos los funcionarios administrativos del sistema UPR
El grupo de Profesorxs Autoconvocadoxs en Resistencia Solidaria
(PAReS) rechaza el plan fiscal y los recortes al presupuesto de la Universidad
de Puerto Rico propuestos por el Gobierno de Puerto Rico y la Junta de Control
Fiscal. Con ello nos solidarizamos con el pliego de peticiones aprobadas en
asambleas estudiantiles y nos aunamos al consenso logrado entre diversos
sectores de la comunidad universitaria de Puerto Rico, incluyendo a los
Rectores del sistema UPR y el claustro del Recinto Universitario de Mayagüez.
La Universidad de Puerto Rico ha sido por más de cien años fundamental para el desarrollo educativo, económico, cultural y científico del
país, con una cantidad incalculable de aportaciones que incluyen, pero no
se limitan, a programas y servicios con impacto directo e indirecto en las
economías regionales y en los recaudos y las finanzas del País. Por lo tanto,
nuestra Universidad debe ser un actor indispensable en la reestructuración del
País. Debemos, juntos y como comunidad universitaria, reafirmar que la UPR y
todos los sectores que la componemos estamos dispuestos a insertarnos en
cualquier plan de desarrollo económico para el Puerto Rico.
Consideramos que entrar en cualquier debate o negociación sobre
reducciones al presupuesto de la Universidad es aceptar la falsa premisa
de que las medidas de austeridad son necesarias y beneficiosas al país. En
todos los casos conocidos esta política económica ha provocado el
aumento de la deuda y ha intensificado la crisis fiscal con desastrosos
resultados en el orden social. Por otro lado, la Junta de Control Fiscal
pretende imponer medidas de austeridad en nombre de un grupo de
acreedores y de una deuda que a todas luces es ilegítima e incluso odiosa,
además de que ha sido emitida a tipos de interés inconcebibles (hasta 800%) a un país
sin capacidad de reembolso y bajo condiciones que harían casi imposible pagar
en el futuro. La doctrina de la deuda odiosa establece que "toda deuda no
utilizada en beneficio del pueblo que la contrajo es odiosa y puede ser desconocida"
(http://www.auditoriadeuda.org.ec).
La verdadera causa de la crisis que nos aqueja no es solo un
asunto económico, sino un problema fundamentalmente político, que surge de la
falta de participación de los sectores más afectados en la toma de decisiones.
Nos oponemos alos estilos de gobernanza jerárquica, a espaldas de
la población y de la comunidad universitaria, que además son responsables de la
situación actual.
La
Universidad de Puerto Rico es clave en la formulación y ejecución de un plan de
desarrollo económico sostenible para Puerto Rico. Frente al requerimiento de la
Junta de Control Fiscal, es preciso abogar juntos por el presupuesto público
necesario para garantizar que la Universidad pueda cumplir esa insustituible
función, en el corto y el largo plazo.Las propuestas que han circulado
para allegar ingresos adicionales a la Universidad no reconocen las enormes deudas por servicios ofrecidos por la institución a agencias de
gobierno y la empresa privada local, y el bajo por ciento de captación de dichos
contratos. Tampoco reconocen el contexto más amplio de los recortes masivos al
presupuesto de las agencias del gobierno de los Estados Unidos que subvencionan
la gestión académica y cultural.
A tales efectos, proponemos que lo que se presente
ante la Junta de Supervisión Fiscal para el año académico 2017-2018 sea el
presupuesto vigente de la UPR. De esta forma, la Universidad podrá continuar
sus operaciones, afinando sus planes de trabajo a tono con las circunstancias actuales, y realizando las redistribuciones que para ello sea menester, dentro de
su actual presupuesto. Sólo así estará en condiciones de continuar contribuyendo
al desarrollo de Puerto Rico.
Entendemos imperioso e inaplazable encarrilar los
procesos para evitar la destrucción del proyecto de universidad pública. Requerimos de la Presidenta y la Junta de Gobierno que el 30 de abril
entreguen el presupuesto universitario vigente, en vez del plan fiscal, y se
unan a la comunidad universitaria para asumir el rol protagónico que nos
corresponde en la búsqueda de soluciones a la crisis que enfrentamos como País.
Profesorxs Autoconvocadoxs en
Resistencia Solidaria (PAReS)
26 de abril de 2017
San Juan, Puerto Rico.
martes, 25 de abril de 2017
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